Infecciones postoperatorias

Infecciones postoperatorias

Las infecciones asociadas a la atención médica (IAAM) son enfermedades causadas por microorganismos como bacterias, virus y hongos. Estas infecciones se adquieren mientras una persona recibe atención médica en un centro de salud, como un hospital o una clínica. Las bacterias son la principal causa de las IAAM. Estas infecciones tienen consecuencias negativas tanto para el paciente como para la comunidad, ya que pueden prolongar la estancia hospitalaria, retrasar la recuperación y aumentar los costos asociados. Aunque los centros de salud implementan procedimientos y políticas de control de infecciones, y el personal toma precauciones para prevenir la propagación de las infecciones, el riesgo nunca se puede eliminar por completo.

Existen factores de riesgo que aumentan la probabilidad de contraer una IAAM, como estar gravemente enfermo, haberse sometido a cirugía, la edad avanzada, la obesidad, tener ciertas condiciones médicas como la diabetes o una baja inmunidad debido a enfermedades o tratamientos como la quimioterapia.

"Las infecciones más comunes relacionadas con la atención médica son las infecciones del torrente sanguíneo, del tracto urinario, de la herida quirúrgica y la neumonía. Estas infecciones generalmente se tratan con antibióticos y tienen una buena respuesta, pero en ocasiones pueden ser graves e incluso poner en peligro la vida"

Prevención

Para prevenir las IAAM, se emplean diversos procedimientos y políticas de control de infecciones en los centros de salud, como prácticas adecuadas de higiene de manos, mantener limpio el entorno y el equipo médico, dosis únicas de antibióticos durante la cirugía, seguir técnicas estériles, cuidado de heridas y el retiro lo más rápido posible (cuando ya no son necesarios) de los catéteres venosos y sondas urinarias.

Antes de ingresar al hospital, se recomienda dejar de fumar, mantener un peso saludable, informar sobre enfermedades existentes o recientes y controlar la diabetes. Durante la estancia en el hospital, es importante mantener una buena higiene de manos lavando frecuentemente con agua y jabón, informar sobre enrojecimiento o secreción en el sitio de entrada de las catéteres intravenosos o apósitos de heridas, y cubrirse la boca y nariz al toser o estornudar. También es fundamental limitar las visitas y evitar la visita de personas enfermas.