Parálisis intestinal

Parálisis intestinal

El íleo paralítico ocurre cuando las contracciones musculares que mueven los alimentos a través de los intestinos se paralizan temporalmente.

Los intestinos procesan los alimentos a lo largo de su recorrido mediante movimientos ondulantes propulsores llamados peristalsis. El íleo paralítico es la parálisis de estos movimientos. Los alimentos en los intestinos no se mueven y la acumulación de alimentos estancados, gases y líquidos provocan los síntomas. No hay nada que bloquee físicamente el paso de los alimentos en los intestinos. Los intestinos simplemente no están haciendo su trabajo. El íleo generalmente es una reacción temporal de su cuerpo ante una cirugía o una infección.

Los síntomas pueden manifestarse como dolor y distensión abdominal, estreñimiento, náuseas, vómitos y deshidratación.

Si el íleo ocurre como efecto secundario natural de una cirugía, tu equipo de atención médica ya tendrá un plan de tratamiento establecido. El tratamiento incluye: reposo intestinal (ayuno), hidratación intravenosa o la colocación temporal de una sonda por la nariz que llega al estómago para drenar aire y líquido y aliviar la presión dentro del tracto digestivo. Normalmente, el íleo paralítico desaparece en unos pocos días. Si has sido tratado por deshidratación y otras deficiencias, deberías volver gradualmente a una alimentación normal. En casos raros, el íleo puede tardar más tiempo en resolverse.

"Tu historial médico y un examen físico suelen ser suficientes para diagnosticar el íleo paralítico. Una radiografía o tomografía abdominal puede confirmar la afección"

Prevención

Movilización temprana:

Tan pronto como sea seguro después de la cirugía y su médico lo apruebe, es importante comenzar a moverse y caminar. La actividad física ayuda a estimular el movimiento intestinal y prevenir la parálisis.

Alimentación temprana:

Se debe iniciar la alimentación lo antes posible después de la cirugía, preferiblemente con una dieta liviana, rica en proteínas y de fácil digestión.

Hidratación adecuada:

Mantener una buena hidratación es esencial para el funcionamiento adecuado del intestino.

Goma de mascar:

En lo posible y bajo autorización médica, mascar chicle frecuentemente durante su hospitalización después de una cirugía favorece el tránsito intestinal.